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Mis trucos para cocinar pasta

Entre los platos que más disfruto cocinar y comer siempre está la pasta. Me parece que permite jugar con diferentes sabores, ingredientes, texturas y temperaturas. Por ejemplo, en invierno amo la lasagna bien caliente, con mucha salsa (y un vino tinto para acompañar). Pero en verano prefiero una ensalada con tirabuzones tibios o fríos.

Es por eso que quiero compartir con vos estos secretos para que la pasta siempre quede rica y a punto:

  • Usar una cacerola amplia con 1 litro de agua hirviendo por cada 100 grs de pasta.
  • Usar 10 grs de sal gruesa por cada litro de agua.
  • Agregar la sal cuando hierve el agua y se está por verter la pasta. En este momento, al hervir una solución salina, se produce un ascenso ebulloscópico que hace que la temperatura de la ebullición sea mayor a 100 grados centígrados y de es modo cocerá mejor la pasta.
  • Sumergir toda la pasta de una sola vez en el centro de la ebullición revolver con una cuchara de madera para separar la pasta e incorporar un poco de aceite para que no se pegue. No romper jamás la pasta para cocerla.
  • Cocinar destapado a fuego fuerte, mezclando de tanto en tanto.
  • Para la pasta fresca bastan sólo de 2 a 5 minutos y para la pasta industrial atenerse a lo que indica el paquete.
  • Agregar un poco de agua fría para detener la cocción.
  • Escurrir la pasta al dente, pues son así de más fácil digestión, ya que al obligar a masticarlos genera saliva y comienza en la boca la primera fase del proceso digestivo.
  • Conservar un poco del agua de cocción para ayudar a distribuir la salsa elegida, sobre todo cuando se usan lácteos, pesto o alguna salsa que no «corre».
  • Para sacar la pasta de agua, en el caso de la pasta simple, se puede hacerlo con unas cucharas dentadas muy cómodas para ello o, simplemente, volcar en un colador. Esto último no debe hacerse jamás si la pasta es rellena o ñoquis, pues se aplastarían. En este caso, lo mejor es usar una espumadera.