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Tips para almacenar alimentos

Vamos a aprender un poco acerca de cuál es la mejor manera de conservar los alimentos en nuestro hogar.

Puede que tengamos épocas en las que nuestros ingresos fluctúen un poco (sobretodo si trabajamos por temporadas) y eso haga que a veces compremos más productos no perecederos, pero… cómo conservarlos para que al momento de usarlos su sabor continúe intacto?

En primer lugar, tenemos que analizar cuál es nuestro espacio de almacenamiento. Para eso vamos a divisar alacenas o bajo mesadas, veremos cuáles están más cerca de fuentes de calor y cuáles más accesible para los productos de uso frecuente.

Lo idea es que los productos se encuentren ordenados pero a la vista.

Es importante que sea siempre un lugar seco, fresco y con una adecuada ventilación, para evitar la sensación de “encierro” que puede estropear los alimentos.
Es fundamental también mantener los espacios limpios y desinfectados para evitar la contaminación de los productos. Aunque suene tentador, sobre todo si tenemos poco espacio, tenemos que evitar la cercanía de los productos de limpieza.

Debe ser de fácil limpieza y desinfección para garantizar la menor contaminación de los productos.

Los alimentos que puedan mantenerse a temperatura ambiente como legumbres, azúcar, café, té, yerba, cereales y derivados deben almacenarse en la despensa.

La mayoría de frutas y verduras pueden conservarse a temperatura ambiente en un ambiente seco, fresco y muy bien ventilado, pero debe revisarse a diario el estado de los mismos.

Los huevos es preferible guardarlos siempre tal cual los compramos en un tupper cerrado en la heladera, y sólo limpiarlos con un trapito húmedo al momento en que vayamos a utilizarlos.

Las semiconservas como las anchoas y algunos envasados al vacío (fiambres, salmón ahumado, etc) se deben guardar en la heladera, al igual que los productos pasteurizados. 

Por el contrario los alimentos esterilizados pueden conservarse a temperatura ambiente, pero una vez abierto el envase deben refrigerarse. 

Por último, es recomendable colocar siempre delante (para uso más inmediato) los productos más antiguos o con fecha de vencimiento más próxima, y revisar frecuente para descartar aquellos que ya hayan vencido.